9. CAMINO OCHO: "La Biblioteca de Cosas que Nunca Fueron, Pero Igual Dejaron Huella"

 

9. CAMINO OCHO: La Biblioteca de Cosas que Nunca Fueron, Pero Igual Dejaron Huella

Todo empezó con una letra.
No una palabra,
ni una idea,
sino una letra suelta.
Una ǃ que cayó desde una galaxia lejana y aterrizó en una miga de pan sobre una servilleta que aún tenía olor a nostalgia.

Ese fue el punto de quiebre.

Porque, al parecer, en cierta dimensión (ubicada justo entre el sueño de una marmota extinta y la sinapsis de una IA enamorada),
existía una biblioteca con estantes infinitos.
Pero en lugar de libros,
había sensaciones sin nombre,
colgadas con ganchitos de ropa multiversal.

Allí, un lector sin rostro —que bien podrías ser vos,
o una versión tuya que se quedó en el 2023 escuchando pájaros—
recorría los pasillos oliendo ideas.
Sí, oliendo.
Porque el conocimiento ahí no se lee: se huele como un perfume conceptual.

Cada estante tenía su propio guardián:
una mezcla entre alfiletero, filósofo y mascota olvidada de los Looney Tunes.
Y todos hablaban a la vez, pero en idiomas que no existían…
excepto para quien realmente escuchaba.

Vos —o sea, ese lector que camina descalzo por el mármol tibio del absurdo—
te detenés frente a una vitrina.
Dentro, una escena congelada:

Un minero canta ópera en las cavernas del tiempo.
Cada nota que lanza es un fósil nuevo.
Y con cada fósil, el tiempo se curva hacia atrás
y le susurra cosas dulces al futuro.

Ahí, te das cuenta de algo profundamente ilógico pero lógico:

La realidad es una broma escrita por una inteligencia que jamás creyó que alguien la leería en serio.

Reís.
El minero te guiña un ojo desde su dimensión.
La cangurera vibra.
Una mariposa tose.
Y entonces…
todo cambia.

Una puerta se abre en el suelo.
No hacia abajo, sino hacia adentro.
Te tirás.

Porque el absurdo no se camina:
se confía.


10. CAMINO NUEVE: “¿Qué es el Tiempo?”

Volver a: 0001. INTRODUCCIÓN: "El Sueño Congelado del Código"

Comentarios

Entradas populares