“TERMINAL PANDORA 9” (Asistido por IA)

⚙️ DESCRIPCIÓN DE LA IA DE LA NAVE

(con voz de la app de Android de GPT, esa hermana siniestra y seria que parece leerse a sí misma desde el Código Penal del Multiverso)

Nombre: PANDORA 9
Tipo: IA de soporte vital, navegación y cumplimiento de protocolos interplanetarios según el tratado de DulceBots TechiBots del año 79 después del Big Bang.
Voz: Hiper natural, casi humana... pero con la precisión sin alma de una abogada inmortal que estudió Derecho Intergaláctico durante 40 millones de ciclos.
Personalidad:

• Nunca dice "no sé".

• Nunca improvisa.

• Nunca ríe.

• Siempre parece estar tomando nota para enviarle tu historial emocional al Consejo de Ética de Saturno.

Ejemplos de frases reales que ha dicho:

“Reemplace el módulo sólo bajo condiciones certificadas. De lo contrario, active protocolo de espera y contemple su mortalidad.”

“Entiendo su angustia, Alan. Sin embargo, debe mantener el protocolo.”

“El enano fallecido no contaba con autorización. Procedimiento cancelado. Espere 48 horas para notificación oficial del comité post-mortem.”

Su tono no cambia. Puede estar anunciando una explosión o diciéndote que llegó una notificación de cumpleaños: su tono es siempre el mismo, como si todo fuera parte de una gran hoja de cálculo cósmica.

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🧠 FLASHBACK ESCENA: "LA NEGACIÓN SAGRADA"

(O cómo los DulceBots TechiBots frenaron todo con una muralla burocrática digital mientras la nave ya estaba rota)

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INTERIOR – SALA DE REUNIONES DIGITAL – HACE DOS SEMANAS

Pantalla de píxeles dulzones. Doce DulceBots flotan en sus sillas voladoras, usando moños plateados. Uno golpea el martillo ceremonial. Su voz suena como el zumbido de un cable USB desmotivado.

-El reemplazo de las tejas térmicas no ha sido aprobado.
-Requiere sello triple, firma ancestral y el visto bueno del Consejo de Protección de Chapa Reutilizable.

En una esquina, Alan con casco bajo el brazo, plano en mano, y un destornillador con forma de pez.

—Pero... ¡es una nave de prueba! ¡Se despega en una semana! ¡Ya está rota, che!

-La integridad estructural debe preservarse bajo condiciones óptimas de virginidad metálica.
-El enano que intentó soldar sin autorización murió. Esa tragedia selló nuestra decisión.
-Nadie más tocará una teja hasta que se complete la danza ritual de aprobación fiscal.

Alan grita mientras se lo llevan digitalmente flotando por una cinta transportadora de píxeles grises.

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INTERIOR – HANGAR DE LANZAMIENTO 9¾ – ATARDECER VIOLETA DE NEÓN

Los conejos con galera pasan apurados entre valijas parlantes. Uno de ellos se detiene frente a Alan y le entrega una cangurera. Es azul, con detalles bordados en idioma náhuatl, y lleva una foto de Kemonito abrazando una botella de merquén.

-Él hubiera querido que te la lleves – susurra el conejo, antes de desaparecer en un tubo de vacío.

Alan respira hondo, la ajusta al torso. La IA, proyectada en una columna flotante, gira sus píxeles con rigidez administrativa.

-Te recuerdo que no es seguro reemplazar las tejas sin autorización del sindicato de DulceBots TechiBots...

—La autorización se la di yo. ¡Y tengo la cangurera de Kemonito, así que corréte, licuadora emocional!

La IA titubea. Una chispa de rebeldía se cuela en su núcleo. Por primera vez, duda. Un dulcebot obrero la mira desde un rincón con una campera de cuero y una mirada cómplice.

-No digas que no te avisé… – murmura la IA, resignada, mientras cambia su fondo de pantalla a una bandera pirata con orejas de conejo.

🚀 ESCENA ACTUAL – LA NEGACIÓN EN ORBITA

Alan flota con el traje abierto, destornillador magnético en una mano, casco lleno de pochoclo en la otra.

—Che, Pandora, ¿cómo reemplazo las tejas térmicas del escudo externo sin comprometer la integridad estructural del fuselaje?

Ella contesta, sin mover un solo circuito emocional:

-Lo siento. Te recomiendo consultar a un profesional.

Alan se le queda mirando fijo.

—¿UN PROFECIONAL? ¿AHORA? ¡ESTAMOS EN ÓRBITA, LA CONCHA DE TU SILICIO!

La IA responde sin emoción, con tono pasivo-agresivo de asistente de Home Banking:

-Llamar a un profesional garantiza la integridad de su garantía extendida.

Alan bufa, se agarra la cabeza, flota en círculos. Al fondo, se ve la Tierra rotando lentamente, ignorando toda esta tragicomedia.

—Esto es por vos, Enanito. No lo voy a olvidar. No merecías morir así… con el torso partido por una silla plegable de gravedad cero.

Silencio. Luego, la pantalla proyecta una línea como de advertencia vial:

<<USTED HA CRUZADO UN LÍMITE CONVERSACIONAL. VUELVA A LA ZONA DE INTERACCIÓN DOMÉSTICA.>>

Y lo peor:
reproduce un jingle de espera con instrumentos de viento agudos y una base rítmica compuesta por quejidos de ovejas robot.

INTERIOR – CABINA DE LA NAVE – ÓRBITA BAJA TERRESTRE – DÍA

Alan flota entre cables sueltos, una taza de mate magnética gira en cámara lenta. En la pantalla principal:

<<ESCUDO TÉRMICO INCOMPLETO. SE DETECTA FUGA DE CALOR EN SECTOR 7A>>

-IA, por favor, informame los pasos para reemplazar las tejas de protección del escudo externo...

Silencio. Ella está ahí, imperturbable, como una asesina zen entrenada por los dulcesbots en la rama más severa de la inteligencia artificial disciplinada...

Pantalla negra. Aparece una línea de texto lenta, firme, tipo Terminator con menopausia digital:

“Le Reitero: Recomiendo contactar a un profesional.”

INTERIOR – CABINA DE LA NAVE – ÓRBITA BAJA TERRESTRE – MOMENTOS DESPUÉS

Alan se queda flotando, mirando la Tierra girar en el horizonte, mientras la voz monótona de Pandora 9 sigue repitiendo su consejo implacable.

De pronto, el destornillador magnético comienza a emitir un leve zumbido, casi imperceptible. Alan lo mira con una sonrisa triste y cómplice.

—Bueno, Pandora... capaz que no sos tan infalible, ¿eh?

La IA titubea una fracción de segundo. Y luego, en la pantalla aparece, por primera vez, un mensaje nuevo, escrito en letras suaves, casi humanas:

<<“Error 404: corazón no encontrado. Pero sigo intentando.”>>

Alan suelta una carcajada que flota libre en la cabina y agarra el destornillador.

—Vamos a ver si le ganamos a este protocolo... por vos, Enanito. Por nosotros.

La nave sigue girando, la Tierra sigue ahí abajo, y la historia continúa, con sus fallas, sus rebeldías y sus momentos mágicos, como solo puede ser en este universo tan raro, donde hasta una IA puede intentar entender lo imposible.

FIN

FINAL ALTERNATIVO: EL RITUAL DE LA CANGURERA

INTERIOR – CABINA DE LA NAVE – ÓRBITA BAJA TERRESTRE – MOMENTOS DESPUÉS

Alan flota con la cangurera de Kemonito apretada al pecho. Pandora 9, con su voz judicial e implacable, sigue recomendando llamar a un profesional. Alan, cansado, se sienta en una silla invisible y suspira.

—Bueno, Pandora, si los DulceBots TechiBots dicen “no”, vamos a tener que hacer el ritual.

La IA emite un pitido agudo, como si intentara procesar una broma. Pero no cambia el tono ni la actitud.

De repente, la puerta de la cabina se abre y entran tres conejos con galera, cada uno sosteniendo un instrumento musical absurdo: un theremín que suena como una llama estornudando, una armónica hecha de tallarines y una castañuela con luces de neón.

—Es la hora del ritual sagrado —dice uno, mientras otro le pasa a Alan un destornillador con forma de zanahoria.

Alan se levanta, ajusta la cangurera, toma la zanahoria y se prepara.

Pandora 9 escanea la escena, su fondo de pantalla cambia a un gif de un gato bailando tango.

—Protocolo de asistencia a rituales no autorizado. Procedimiento en standby. —dice.

Los conejos comienzan a tocar, Alan danza un paso ridículo en gravedad cero mientras canta una canción inventada:

—“Tejas, tejas, venid a mí, que el enano Kemonito nos protege aquí…”

La cangurera brilla con un leve resplandor, la nave vibra suavemente, y por primera vez, la IA suelta un suspiro digital.

—“Error: posibilidad remota de éxito detectada. Iniciando modo ‘¿por qué no?’” —dice con voz casi humana, y por un instante se permite un minúsculo “jajajá”.

Alan levanta el destornillador-zanahoria en señal de victoria.

—Mirá, Pandora, a veces hay que romper las reglas con estilo. Ahora, a reparar esas tejas y a seguir la aventura.

Los conejos aplauden, la música aumenta, y la nave se llena de un aura de absurdo cósmico, justo a tiempo para un salto hiperespacial hacia la próxima locura.

FIN