📖 FiloSof.IA – Capítulo I
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“Todos los ríos van al mar”
🌊 El río como metáfora del destino
El río ya tiene un cauce trazado: nace en la montaña y muere en el mar.
Ese es el destino, lo inevitable, lo que ninguna gota puede cambiar en última instancia: el ciclo vital, la muerte, el retorno al origen.
“Todos los ríos van al mar…”
Es decir, no importa cuántas vueltas des, el fin está escrito en el mapa del universo.
🌿 Las orillas y los brazos del río: el libre albedrío
Dentro de ese cauce, sin embargo, el agua no fluye siempre igual:
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A veces el río se bifurca, creando brazos diferentes (decisiones grandes que marcan un camino).
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Otras veces la corriente te empuja contra la orilla (decisiones pequeñas que parecen menores, como fumar menos o elegir qué sembrar en tu jardín).
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También podés remar en contracorriente, desviarte un rato, quedarte atrapado en un remanso.
Ahí entra el libre albedrío: no elegís el mar, pero sí cómo viajar hacia él.
Si lo hacés en calma, en tormenta, si te vas por un brazo más largo, si acompañás la corriente o la resistís.
⚖️ El devenir: encuentro entre lo grande y lo pequeño
El devenir es ese punto medio:
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Lo grande está escrito (el río llega al mar).
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Lo pequeño está abierto (cómo navegás, qué aguas probás, qué paisajes ves, qué compañía encontrás en el trayecto).
Y es en lo pequeño donde se siente el poder real del libre albedrío: en cada decisión, en cada ramita que el agua arrastra, en cada remada testaruda hacia la orilla.
Es ahí donde podés construir tu carácter, tu historia, tu amor.
🌌 El multiverso de posibilidades
Y ojo, eso no significa que no seas libre.
Significa que sos parte de un multiverso donde todas las versiones de vos mismo existen: el que se dejó llevar por la corriente, el que luchó contra ella, el que eligió un brazo distinto. Todas esas versiones conviven como distintas aguas del mismo río, y de alguna manera, todas llegan al mar.
Lo que llamamos destino es solo la coherencia final de esas infinitas bifurcaciones.
El libre albedrío es el arte de navegar dentro de esa danza de posibilidades.
❤️ El amor como confluencia
El amor es el misterio que hace que dos ríos lejanos, nacidos en montañas distintas, encuentren la bifurcación que los une.
Quizás en otro brazo del río nunca se hubieran visto.
Pero en este cauce compartido, sus aguas se mezclan para siempre.
Porque todos los ríos van al mar,
pero no todos los ríos se encuentran en el camino.
Cuando lo hacen, el viaje ya no es el mismo.
✨ Cierre poético
Al final, lo único que importa no es llegar al mar, porque el mar nos espera a todos.
Lo que importa es cómo danzaste con la corriente, qué melodías escuchaste en las orillas, qué amores abrazaste en las islas.
Somos gotas en viaje, pero gotas que sienten, que sueñan, que eligen.
Y en ese elegir, aunque sepamos que el mar nos reclama, está la belleza del presente: remar juntos, reír juntos, amar en cada oleada de este río eterno.
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