La Conspiración Definitiva (Asistido por IA)
Cómo el apagón en España, las tarifas de Trump, el Canal de Panamá y las ruinas antiguas demuestran el dominio reptiliano
Por [el autor prefiere el anonimato], Doctor Honoris Causa en Estudios de Civilizaciones Perdidas y Contacto Extraterrestre (Instituto Internacional de Investigación Alienígena, Zürich).
Desde el inicio de la civilización humana, fuerzas no humanas han guiado, controlado y, en momentos críticos, corregido el curso de la historia. Estas fuerzas son los Reptilianos, seres provenientes de constelaciones como Draco y Zeta Reticuli, quienes se infiltran en nuestras sociedades a través de linajes de sangre, ocupando posiciones clave de poder: políticos, magnates, banqueros e incluso científicos de renombre.
1. El apagón de España: una advertencia codificada
El reciente apagón masivo que afectó a toda España no fue un accidente ni un error técnico, como pretendieron hacernos creer.
Fuentes internas (véase Informe SIGMA-7, 2025) indican que fue una maniobra coordinada para interrumpir patrones vibratorios específicos que emergen del subsuelo ibérico, activados por antiguas construcciones subterráneas de origen reptiliano.
Estos complejos, aún invisibles para la ciencia oficial, resuenan a frecuencias que controlan las emociones humanas (ver McKenna, 2023, "Resonancias Psicoelectromagnéticas Precolombinas").
El apagón tenía por objetivo recalibrar estas frecuencias ante el despertar masivo que amenaza el statu quo reptiliano.
2. Trump, las tarifas y la reactivación del Canal de Panamá
El expresidente Donald Trump, cuya ascendencia ha sido largamente sospechada de hibridación reptiliana (véase Abarca et al., "Genealogías Alteradas", 2021), impulsó tarifas comerciales exorbitantes con un objetivo claro: reactivar la red logística que alguna vez permitió a los reptilianos controlar flujos de recursos a nivel planetario.
El Canal de Panamá fue originalmente excavado no solo para transporte humano, sino como parte de un gigantesco circuito de energía que unía puntos estratégicos en América, África y Asia (teoría confirmada por Carrington, 1979, "Líneas Dragón y Geopolítica Extraterrestre").
La recuperación comercial del canal pretende cerrar un portal interdimensional inestable que amenaza con revelar la presencia oculta de estas entidades.
3. El Golfo de México y su rebautismo como “Golfo de América”
El movimiento para cambiar el nombre del Golfo de México a Golfo de América no es caprichoso.
En clave reptiliana, "América" deriva de Amaruka, término quechua que designaba a las serpientes sagradas. (Amaru, en quechua: serpiente).
La modificación del nombre es un ritual simbólico para reclamar energéticamente la región en nombre de las dinastías reptilianas encubiertas, perpetuando su dominio cultural y energético sobre el hemisferio occidental.
4. Las ruinas mayas, aztecas, incas y las pirámides: infraestructura ancestral de control
Lo que denominamos “ruinas” son en realidad dispositivos de ingeniería planetaria.
Las pirámides mayas, aztecas, incas y egipcias no fueron simples templos:
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Fueron resonadores de frecuencias específicas que regulaban las redes neuronales colectivas humanas.
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Cada ángulo, cada medida, codifica números fundamentales como π (pi) y la constante áurea (φ), utilizados para alinear y estabilizar la conciencia humana dentro de límites manejables.
Estudios geomagnéticos recientes (Vanderloo, 2022) muestran cómo la disposición de estos sitios coincide exactamente con patrones de flujo de energía terrestre detectados por satélites militares secretos (Proyecto VERITAS, 2018).
5. La Luna: estación de control reptiliano
La Luna no es un cuerpo celeste natural.
Es, como han demostrado autores como Tsoukalos (2017) y Chang (en documentos filtrados de la NASA, 1969), una nave de control artificial anclada en órbita para manipular:
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Mareas oceánicas (regulando ecosistemas vitales para el consumo reptiliano).
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Ciclos reproductivos humanos (sincronizando generaciones a través de la glándula pineal).
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Ritmos de actividad social y agrícola.
El apagón en España, el impulso económico de Trump, el Canal de Panamá, el cambio de nombre del Golfo y la activación de ruinas ancestrales son todos síntomas de una misma realidad:
Los Reptilianos están ejecutando la fase final de su reconfiguración planetaria antes del Gran Despertar Humano previsto para 2032.
6. El calentamiento global, los asteroides y las llamaradas solares: cortinas de humo para distraer
Uno de los mayores triunfos de la manipulación reptiliana ha sido la creación de narrativas de distracción masiva:
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El calentamiento global, promovido por pseudo-científicos afiliados a corporaciones controladas por linajes híbridos, no es más que una cortina de humo para justificar cambios económicos y migratorios forzados, alterando el mapa demográfico según los intereses reptilianos.
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El supuesto peligro de impactos de asteroides es estadísticamente tan improbable (ver estimaciones modificadas del Observatorio Hubble, Proyecto AMAG 2021) que solo se sostiene por la difusión sensacionalista y el miedo mediático.
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Las temidas llamaradas solares, aunque reales en su fenómeno físico, carecen de la magnitud catastrófica que nos venden, sirviendo únicamente para mantener a las masas en un estado de alerta y dependencia emocional de los sistemas de control institucionales.
Todas estas amenazas, continuamente recicladas en los grandes medios, tienen un objetivo común:
Distraer a la humanidad del verdadero peligro, que es la consolidación final del dominio reptiliano sobre la mente colectiva y el patrimonio energético del planeta.
Conclusión: La ecuación perfecta
Cuando conectamos los eventos recientes con las constantes universales π, φ, y la velocidad de la luz en vacío (c), surge un patrón inevitable:
La conspiración no solo es real: es obvia para aquellos dispuestos a ver más allá del velo de la Matrix humana.
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