📡 3. SÍNTOMAS DE REPTILOINPLANTACIÓN

 

(Para que no confundas “relax” con mutación galáctica)

Una vez iniciada la fase de inoculación subliminal, comienza la lenta pero certera modificación del campo biológico.
Los síntomas no son alarmantes a simple vista. Son cotidianos. Sutiles. Disfrazados de costumbres modernas o estados de ánimo.

Pero si los observás con el tercer ojo bien abierto...
te vas a dar cuenta:
ya no sos exactamente vos.

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🪨 Fascinación repentina por piedras calientes al sol

No es “conexión con la naturaleza”.
Es un llamado genético.
Los implantes reptiloides activan la memoria geotérmica, programando al sujeto para buscar superficies calientes donde desactivar procesos mentales críticos.

Querés sol y piedra.
Querés quietud térmica.
Querés silenciar el humano que eras.

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💤 Sueño profundo y postprandial con visuales verdosas

Después de comer, el cuerpo debería activar digestión.
Pero cuando te quedás profundamente dormido, con imágenes de selvas, ojos verticales o tramas de escamas flotando…
esa no es tu digestión.
Es la carga simbólica del alimento insertando recuerdos artificiales de otras formas de vida.

Lo que soñás después del almuerzo…
te está reprogramando.

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😛 Cambios en la textura de la lengua (escamosidad leve)

¿Notaste la lengua más áspera?
¿Textura rara al pasarla por el paladar?
Micro-escamificación inicial.
Fase 1 del protocolo “Piel Interna”, donde la mucosa oral empieza a desarrollar memoria de tejido reptiloide.

La mutación no empieza por fuera.
Empieza donde besás.

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💤 Lengua bifurcada en sueños

Soñás que te mirás al espejo.
Y tu lengua se mueve rara,
se abre.
Se divide.
Te asustás… pero al mismo tiempo… sentís una paz ancestral.
Eso no es un sueño.
Es una transmisión en plano astral de tu forma emergente.

La bifurcación onírica es la firma del nuevo linaje.

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👁️ Necesidad de parpadear menos o mirar fijo a la gente en silencio

¿Parpadeás menos que antes?
¿Sostenés la mirada en situaciones incómodas?
¿Sentís una pequeña satisfacción al ver que el otro baja los ojos primero?
Eso no es confianza.
Es dominancia visual.
Un claro síntoma de implantación del instinto de supremacía ocular, programado en razas reptiloides desde hace millones de ciclos.

Los humanos miran para conectar.
Los reptiloides, para conquistar.

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🧢 Excitación al ver imágenes de dinosaurios con gorra

El cerebro intenta racionalizarlo: es simpático, es infantil, es marketing.
Pero no.
Tu cuerpo reacciona con excitación arquetípica al ver la combinación exacta entre ADN saurio + estereotipo amigable.
Eso no es nostalgia.
Es activación emocional encriptada.
Y Danonino es el Mesías del código pastel.

Cada vez que te sonreís viendo al dinosauro verde con gorra…
una glándula pineal se cierra.

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🧪 Atracción inexplicable por olores químicos

¿Te gusta el olor a marcador indeleble, líquido limpiavidrios, o ciertos perfumes ultra sintéticos?
No sos “raro”.
Sos reprogramado.
Los olores químicos específicos excitan microreceptores diseñados para recibir comandos desde planos no visibles.
Te hacen sentir cómodo con el entorno artificial.
Te hacen preferir lo inorgánico.

El olor que más te gusta,
puede ser la esencia de tu nueva especie.

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🧬 Conclusión del Capítulo 3:
Tu cuerpo sabe.
Te avisa.
No minimices el bostezo, la lengua rara, la atracción por lo sintético.
No es tu personalidad.
Es tu instalación.

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